La evolución de la tecnología durante
los últimos años ha sido más que notable, ha crecido de forma exponencial,
tanto que ya no concebimos la vida sin ella. Está presente en nuestro día a día
de manera copiosa y, esta presencia global trae consigo también algunos debates;
algunas de las cuestiones críticas que se plantean en relación con el uso de
las tecnologías son:
- Intereses económicos:
Las
inversiones e innovaciones tecnológicas en educación van por detrás de las existentes
en el mundo del ocio, la economía u otros sectores. Porque, en general, las aplicaciones
específicamente diseñadas para la enseñanza no son rentables en la sociedad de
consumo en la que nos encontramos y, la tendencia neoliberal y los recortes
tampoco propician esta inversión.
En términos
económicos también podemos hablar de la llamada brecha digital:
Se da principalmente
entre los países desarrollados y los que están en vías de crecimiento y, entre clases
sociales, entre las personas que tienen acceso a las tecnologías y las que no.
- La propiedad: Derechos de autor, tipos de
licencias…
- La privacidad: la protección de datos, algo muy
importante en los centros educativos.
Todos estos puntos son algunos de
los temas que nos van a ocupar en el futuro y en los cuales profundizaremos en
próximas entradas.
A nosotros como futuros docentes,
nos ocupa primordialmente la manera en que podríamos hacer uso de las tecnologías
para lograr el aprendizaje de los estudiantes. Es decir, ¿Cómo integrar las TIC
en la práctica educativa? Esto implica unas nuevas competencias del docente en cuanto
a competencia TIC se refiere: en general, esta competencia engloba un conjunto
de habilidades y destrezas que podeos agrupar en 2 o 3 grandes apartados o
dimensiones: por un lado, la competencia de carácter tecnológico e instrumental;
y, por otro lado, el uso reflexivo y crítico y como a medio de participación, colaboración
y creación.